SOLO FRENOS

ACERCA DE LOS DISCOS DE FRENO

Al contrario que las pastillas de freno, los discos tienen un desgaste apenas perceptible, para determinar si hay que cambiar los discos por desgaste excesivo se puede pasar la uña por el borde del disco, si la uña engancha (hay ceja o escalón), los discos deben ser cambiados, si la uña no engancha (no hay ceja), los discos todavía están en buen estado.

Este es un tipo de revisión al “ojímetro”, tampoco podemos confiar, en caso de duda consulte a un profesional.

Otros problemas que pueden presentarse con los discos de freno son la fractura o el alabeo (deformación o curvatura de la superficie). Estos problemas se perciben al tacto del freno, el cual se siente irregular, como un golpeteo en el pedal que baja de frecuencia a medida que bajamos de velocidad durante la frenada. Si siempre al frenar notamos vibraciones en el pedal y en el volante, es señal de alerta

Bajar por una cuesta pronunciada utilizando exhaustivamente los frenos puede causar un sobrecalentamiento que ocasiona la deformación del disco de freno. Estos defectos se producen también al lavar el auto o meterlo en una zona con mucha agua tras un uso exigente. Los discos están calientes y al entrar en contacto con el agua fría se deforman o se quiebran. Por ello hay que esperar un rato antes de empezar a lavar el coche, y conducir con cuidado por zonas encharcadas si acabamos de hacer un uso intensivo de los frenos.

En cualquier caso, hay que sustituir los discos cuando se hayan roto o alabeado,

RECUERDE LA ECONOMÍA EN LA REPARACIÓN DE SUS FRENOS PUEDE RESULTAR COSTOSA