miércoles, mayo 03, 2017

¿Para qué sirve el líquido de freno?



La principal función del líquido de frenos es transmitir la fuerza ejercida sobre el pedal de freno, por lo que es un elemento fundamental. Este debe tener un punto de ebullición muy alto, estando siempre en funcionamiento a altas temperaturas (+250ºC), principalmente en frenadas de emergencia o frenadas continuas. La “fuerza de frenado” se transmite a través de un líquido en el interior del circuito hidráulico (el líquido de freno). Al ser los líquidos no comprimibles, la fuerza se transmite de forma instantánea y sin pérdida alguna hacia las pastillas que “se aprietan” sobre el disco de freno. Al frenar, el rozamiento de las pastillas contra los discos puede generar un aumento de la temperatura de varios cientos de grados. Cuando el freno se acciona con frecuencia, este calor se transmite inevitablemente al conjunto del circuito y deteriora el líquido de freno. A pesar de su composición, el líquido de freno absorbe la humedad que contiene el aire, lo que reduce el punto de ebullición en proporciones importantes: de 230° C a 165° C con sólo un 3% de agua. En tal caso, al frenar, como el líquido de freno está en ebullición hay gases comprimidos mezclados en el líquido, y los frenos corren el riesgo de no responder, ya que el pedal está pisado a fondo. Por lo tanto es indispensable controlar regularmente, al menos una vez cada 2 años, el estado del líquido de freno.

Siete de cada diez automóviles circula con el líquido de frenos en mal estado. 

Para comprobar que el líquido de frenos está en perfecto estado, el color debe ser amarillo transparente y encontrarse siempre entre las dos marcas de máximo y mínimo. Además, es recomendable cambiarlo entre el primer año y el tercero de uso del vehículo.

Ignorar el mantenimiento del líquido de frenos puede generar graves consecuencias en carretera. cuando no se cambia el líquido de frenos, éste absorbe humedad y reduce su efectividad, también produce deterioro acelerado de los sistemas de freno y, además, se pierde potencia de frenado, afectando directamente su seguridad. 

Ningún vehículo con frenos hidráulicos gasta el líquido que los opera porque el sistema debe permanecer estanco y no hay factores de consumo. si nota una reducción en el nivel del líquido acuda a un centro de servicio para revisar posibles fugas.


RECUERDE, LA ECONOMÍA EN EL ARREGLO DE SUS FRENOS PUEDE SALIR COSTOSA

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