miércoles, mayo 03, 2017



Los frenos son uno de los componentes del auto sometidas a un mayor desgaste. Te contamos cuatro trucos para alargar su vida al máximo.



Los frenos son los encargados de detener el auto y, por tanto, uno de los elementos del automóvil que requiere de un mayor mantenimiento. Se accionan a través del pedal de freno y se componen por pastillas, zapatas, discos o tambores, caliper o mordaza, y líquido de freno... y su duración está relacionada directamente con los hábitos de conducción. Si al frenar escucha un chirrido fuerte, o se enciende el testigo de frenos en el tablero de mandos lo más probable es que tenga que sustituirlos. Para


En las bajadas de un camino,utilice marchas cortas para que el freno motor tienda a retener el vehículo; así tendrás que frenar menos.

Manténga siempre la distancia de seguridad en autopista; esto le permitirá ajustar la velocidad simplemente con el acelerador, sin tener que frenar.

Evite la conducción deportiva o muy agresiva. Y recuerde que... debes sustituir el líquido de frenos cada dos años; de lo contrario, la humedad que tiende a absorber este líquido se depositará en las pinzas de freno hasta oxidarlas –desde 300 euros–.

Guarde la distancia de seguridad en autopista
De este modo, en la mayoría de las ocasiones podrás ajustar tu velocidad levantando el pide del acelerador; o bien, reduciendo una marcha para utilizar el freno motor. De este modo, ahorrarás esfuerzos innecesarios a los frenos.

Evite la conducción deportiva y los caminos
Realizar una conducción deportiva puede acortar la vida de los frenos en más de un 60%: las pastillas y los discos se desgastarán antes -incluso podrían llegar a alabearse y generar vibraciones al frenar-; y el líquido perderá gran parte de sus propiedades si se sobrecalienta. Por otro lado, si circulas habitualmente por caminos de tierra podría introducirse alguna piedrecita entre la pastilla y el disco de freno, que generaría chirridos y puede rayar el disco.


Cambia el líquido de frenos cada año




El líquido de frenos se cambia cada año o 30.000 km. A partir de ahí, sus propiedades nunca estarán al 100%. Aún así, un tipo de conducción suave siempre mantendrá sus propiedades en mejor estado durante más tiempo. En cualquier caso, es un elemento de seguridad y no conviene superar esos 30.000 km de plazo recomendado para sustituirlo.
RECUERDE, LA ECONOMÍA EN EL ARREGLO DE SUS FRENOS PUEDE SALIR COSTOSA

¿Para qué sirve el líquido de freno?



La principal función del líquido de frenos es transmitir la fuerza ejercida sobre el pedal de freno, por lo que es un elemento fundamental. Este debe tener un punto de ebullición muy alto, estando siempre en funcionamiento a altas temperaturas (+250ºC), principalmente en frenadas de emergencia o frenadas continuas. La “fuerza de frenado” se transmite a través de un líquido en el interior del circuito hidráulico (el líquido de freno). Al ser los líquidos no comprimibles, la fuerza se transmite de forma instantánea y sin pérdida alguna hacia las pastillas que “se aprietan” sobre el disco de freno. Al frenar, el rozamiento de las pastillas contra los discos puede generar un aumento de la temperatura de varios cientos de grados. Cuando el freno se acciona con frecuencia, este calor se transmite inevitablemente al conjunto del circuito y deteriora el líquido de freno. A pesar de su composición, el líquido de freno absorbe la humedad que contiene el aire, lo que reduce el punto de ebullición en proporciones importantes: de 230° C a 165° C con sólo un 3% de agua. En tal caso, al frenar, como el líquido de freno está en ebullición hay gases comprimidos mezclados en el líquido, y los frenos corren el riesgo de no responder, ya que el pedal está pisado a fondo. Por lo tanto es indispensable controlar regularmente, al menos una vez cada 2 años, el estado del líquido de freno.

Siete de cada diez automóviles circula con el líquido de frenos en mal estado. 

Para comprobar que el líquido de frenos está en perfecto estado, el color debe ser amarillo transparente y encontrarse siempre entre las dos marcas de máximo y mínimo. Además, es recomendable cambiarlo entre el primer año y el tercero de uso del vehículo.

Ignorar el mantenimiento del líquido de frenos puede generar graves consecuencias en carretera. cuando no se cambia el líquido de frenos, éste absorbe humedad y reduce su efectividad, también produce deterioro acelerado de los sistemas de freno y, además, se pierde potencia de frenado, afectando directamente su seguridad. 

Ningún vehículo con frenos hidráulicos gasta el líquido que los opera porque el sistema debe permanecer estanco y no hay factores de consumo. si nota una reducción en el nivel del líquido acuda a un centro de servicio para revisar posibles fugas.


RECUERDE, LA ECONOMÍA EN EL ARREGLO DE SUS FRENOS PUEDE SALIR COSTOSA
Problemas relacionados con las pastillas: Ruidos, desgaste excesivo y jaloneos




RECUERDE, LA ECONOMÍA EN EL ARREGLO DE SUS FRENOS PUEDE SALIR COSTOSA